Artificial Insemination by Intracytoplasmic Sperm Injection
¿Cuanto cuesta una inseminación? Existen muchas parejas que pueden tener serios problemas para conseguir el embarazado deseado, bien sea por problemas de fertilidad, por tener una avanzada edad o por otras causas, impidiendo que la mujer pueda quedarse embarazada.
Asimismo, existen muchas mujeres sin pareja que desean ser madres sin contar con la figura masculina en la familia. Es precisamente por este motivo que en los últimos años se ha registrado un importante aumento de las mujeres o parejas que solicitan una inseminación artificial para poder tener la oportunidad de tener el bebé soñado.
Como bien es sabido, la inseminación es un método por el cual se introducen los espermatozoides a través de una cánula que posteriormente se inyectará. Este procedimiento debe ser llevado a cabo el día en el que se produce la ovulación en la mujer.
Para aquellas parejas que desean ser padres y se realiza una inseminación artificial conyugal, por norma general el precio suele rondar los 1100-1300 euros, mientras que aquellas mujeres que recurren a la inseminación artificial por parte de un donante desconocido el coste suele ser algo superior y puede rondar los 1400-1600 euros.
Dicho coste suele ser por cada intento, de tal modo que si no existe éxito con el primer intento y se precisa de un segundo intento, se deberá volver a abonar dicha cantidad. Y es que hay que tener en cuenta que la eficacia de una inseminación no suele ser superior al 50%, por lo que en muchos casos es necesario volver a llevar a cabo varios intentos hasta lograr el embarazo.
Eso significa que el coste, en muchos casos, variará en función de los intentos llevados a cabo hasta lograr el embarazo, de tal modo que habrá mujeres que solamente tengan que pagar el coste anteriormente citado, y habrá otras mujeres que tendrá que multiplicar dicho coste x2 y x3. Suelen recomendarse un máximo de 3 intentos.
Como es lógico, dicho coste es orientativo, ya que existen muchos otros factores que pueden influir de manera considerable en el coste de la inseminación como puede ser la reputación de la clínica, las diferentes pruebas diagnósticas que se deban realizar, entre otros aspectos.