Contar con un seguro de vida se presenta como una gran solución para poder proteger a nuestros seres queridos en caso de fallecimiento con una póliza que les permita recibir un dinero que les ayude a salir adelante. Pero ¿cuánto cuesta un seguro de vida? La respuesta a esta pregunta no es sencilla, ya que son muchos los factores que influyen en el precio anual que se tendrá que pagar en el seguro.

Aspectos como la propia aseguradora, el edad del asegurado, su estado de salud, su profesión, sus actividades de ocio/entretenimiento o las coberturas que incluye el seguro son los principales factores que influirán en el coste final de la póliza.

Antes de nada es importante recordar que las aseguradoras señalan que el mejor momento para contratar un seguro de vida es a partir de los 30 años de edad. Lo ideal es que el seguro de vida que se contrate cubra el fallecimiento por cualquier causa, ya sea accidente, enfermedad u otros supuestos.

También es esencial que dicho seguro resulte válido en caso de que el asegurado quede incapacitado, y que el mismo sea capaz de cubrir aproximadamente entre 3 y 5 veces los ingresos anuales que tenga una familia.

De tal modo que, para hacerse una idea, asegurar 100.000 euros con cobertura por fallecimiento e incapacidad permanente total rondaría unos 198 euros para una persona de 25 años, unos 235 euros para una persona de 35 años, mientras que para una persona de 45 años el precio anual rondaría los 430 euros.

Características que variarán el precio del seguro de vida:

• Edad
• Salut
• Profesión
• Habitos
• Practica de deportes de riesgo
• Capital a asegurar

Obviamente, estas tarifas son orientativas, ya que todo variará en función de los factores anteriormente citados. Si deseas poder garantizar el bienestar y futuro de tu familia en caso de que fallezcas o quedes incapacitado de forma permanente, contratar un seguro de vida será una buena manera de protegerles.

Para terminar, destacar que una de las grandes ventajas actuales es que, gracias a la aparición de las nuevas tecnologías, las aseguradoras cada vez pueden ajustar más las primas a abonar anualmente por sus clientes, logrando personalizarlas en función de cada persona y sus particularidades concretas. Proteger a aquellos que más quieres no supondrá un gran coste para tu bolsillo.