Cuando tienes un coche de marchas, muchas veces has oído hablar del embrague, y pocas serán para cosas buenas. Esta parte fundamental de un vehículo a marchas es la responsable de que se puedan cambiar las marchas, y por tanto, la velocidad de un coche. Y, si se hace una conducción brusca, o se pisa demasiado -o demasiado poco- el pedal del embrague, normalmente el coche acaba pasando factura. Por ello, cada cierto tiempo se debe de cambiar esta pieza de los coches, y por ello, nosotros te vamos a contar cuanto cuesta cambiar un embrague.
El precio de esta pieza, varía mucho según que modelo de coche sea -normalmente, cuanto más caro sea este, más caras serán sus piezas, pero, si es un coche muy antiguo que ya no se fabrican, estas también subirán su precio- el tipo de motor que se tenga, y como sea el embrague y, por último, donde se encuentre colocado en el coche.
Por ello, el precio del embrague suele oscilar entre los 200 euros en los modelos más baratos, hasta los 2.300 euros en los más caros. Y, aunque, si es una pieza original o un equivalente, hace que el precio se decante hacia un lado u otro, lo que realmente lo encarece es la mano de obra necesaria para hacer esta reparación.
Hay que tener claro que, hay vehículos que tienen el embrague escondido, o en partes que son muy difíciles de acceder, por lo que, para poder cambiarlo hace falta mucho trabajo, y horas, por lo que el precio aumenta muchísimo, aunque, esto son los casos menos habituales.
Por ello, al ser uno de los grandes gastos que pueden llevar asociados los coches, desde los talleres dan una serie de pautas para alargar la vida útil de esta pieza fundamental, que si se cuida en condiciones, puede superar los 200.000 kilómetros sin necesitar ningún cambio. Los tres consejos fundamentales son:
- No mantener el coche embragado cuando se está esperando en un semáforo, sino que hay que ponerlo en punto muerto, y de ahí ya poner primera.
- Chafar a fondo el pedal del embrague cuando se vaya a cambiar de marcha, ya que, tiene que hacer palanca de una manera correcta.
- Una vez se haya introducido la marcha, hay que soltar el embrague, sin miedo, y no llevar el pie apoyado en este nunca, simplemente, cuando sea necesario cambiar de marcha.